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La banda que sonó realmente muy bien acompaña maravillosamente a esta suerte de quijote del rock, ataviado con ropas que me recordaron al gran Elvis, y un manejo de escena que parecía traer a la vida al espíritu del gran Jim Morrison. Bunbury trajo las canciones de "Licenciado Cantinas", su más reciente producción y todos los clásicos de" Héroes del Silencio", la banda en la que brilló en los noventa.
Pero ese nombre de Héroe, tiene todo que que ver con Bunbury, que parece el último corsario que dirige su nave por los mares llevando en alto la bandera del Rock. un momento muy alto del show fue cuando cantó la canción de Atahualpa Yupanqui, "El cielo está dentro de mí", antes de hacerlo invitó a los argentinos a reencontrarnos o a encontrarnos en los grandes textos de este poeta genial.
La verdad, el carisma de Bunbury y su gran entrega al público, me recordó a aquellos míticos héroes del rock que revolucionaron la cultura en muchas épocas, ojalá pronto lo tengamos acá de nuevo por estás tierras
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