viernes, 21 de octubre de 2011

Muy feliz hubiera puesto a Borges esta hallazgo, por esa razòn, este humilde poema naciò.



A la espada perdida

En la oscuridad, esperando el tiempo...
cerca de su señor, ayudàndole a combatir
los demonios del otro lado
como si fuera un dragòn
sediento de sangre,
guarda sus tesoros


Muchos enemigos estàn del otro lado
los màs valientes y nobles en los palacios
de sus antepasados, los malvados entre espìritus
despiadados.
todos muertos por su beso
libres de la carne.

nacida de la tierra, vuelta a la tierra
entraña de la lava
junto a su señor descansando,
tambièn encontrò su muerte

Hoy la hallaron manos extrañas
hallaron lo que queda de su cuerpo,
su alma de metal està ya del otro lado,
sus hazañas son un secreto profundo y oscuro
que solo conoce el tiempo

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