lunes, 13 de diciembre de 2010

Atardece
en el viejo sauce,
con el rio manchado de sol.


El verano,
con paso lento
prolonga la tarde.

Crepitan ramas
en el fuego,
asado y amigos.


Noche esperanzadora,
el tiempo se detiene


Los verdaderos amigos
siempre
logran que sonrías.


algunos lejos,
otros cerca.
todos vuelven
con el vino
y la musica del fuego.


compañeros en combates
nuestras sangres
se mezclaron en la lucha.


No hay victoria
que valga la pena
si no se consiguiò
con los amigos al lado.


Con el fuego
que se va consumiendo,
pido perdòn a los que les he fallado
y perdono las deudas que tienen conmigo.


bebo el vino
con silencio en el corazòn,
los grandes amigos
son como el verano,
inolvidables

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